miércoles, 14 de octubre de 2015

Sorolla en Gambia. Turismo y globalización

      "Gambia es la mejor opción para conocer el África occidental: una zona apasionante, colorida y descuidada del continente que alberga países como Senegal, Guinea, Sierra Leona o Costa de Marfil y que se caracterizó, entre otras cosas, por el envío de millones de esclavos a América.

Restos de grilletes en la isla de los esclavos.
      "Junto a la pesca y la agricultura, la respuesta del país ante las carencias es el sector turístico: Gambia ofrece la historia de la esclavitud como principal reclamo

      "El país se ríe para afrontar una realidad por momentos extrema: Gambia ocupa la posición 172 en la lista de países según su Índice de Desarrollo Humano (IDH). El impacto del sida o la malaria es muy elevado, la ablación alcanza al 85% de la población femenina, la esperanza de vida no pasa de los 54 años y el salario medio del país ronda los 60 euros al mes.

Descarga de pescado en la playa de Tanji.
      "“Gambia no pasa nada”. Se repite la frase como un mantra: cada vez que el visitante hispano se cruza con un local, resuena el “Gambia no pasa nada”, que resulta una reveladora llamada a la tranquilidad.

      "Gambia lucha por dar a conocer sus tesoros en medio de la pobreza y la necesidad. También en medio del estigma injusto del ébola. Una lucha que es un desafío y que afronta con brillante sonrisa. La hospitalidad es su mayor patrimonio: “No pasa nada”, repiten los gambianos riendo sin descanso." (Nacho Carretero, "Viaje a la isla olvidada de Kunta Kinteh.", El Español, 14-10-2015, 03:13 h.)

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