martes, 15 de noviembre de 2016

Pose anti-Trump / Hollywood o Clint Eastwood

   Al parecer se trataba de un combate entre la Gestapo y el KGB, entre el feo fascismo y el buen comunismo. Norteamericano el uno y Global-migro-nigro-femino-pogre-pobrista el otro… ¡Falsarios! La dura realidad siempre sorprenderá al iluso "principio de placer" de los media, sus amos y sus víctimas.


   No son ni egoístas liberales ni altruistas socialdemócratas. Puros burgueses millonarios a la caza del bendito voto servil. Las dos oligarquías. Una a la baja, otra al alza. Según la ocasión histórica. Hoy, idiota globalización acelerada, simple mestizaje intercultural. O sea, lo contrario de la globalización económica y del universalismo cultural. De ahí el "caso Trump" como corrector. Ingleses, colombianos… Felicidad. No lo estudiará la Ciencia Política. Sólo insultará.

   Los partidarios del veloz pastiche cultural, de la rápida fusión ideológica, estos finos ingenieros de almas, ¿qué creen que son? ¿Filósofos cosmopolitas? ¿Banqueros transfronterizos?

   Hillary, la amiga americana. Merkel, la anfitriona europea. Junker, el barrefronteras, el tierno amiguito de los antioccidentales. Hollande, en fin, la moralina, ne me touchez pas!

   Y España, ¿qué decir de la antinacional pulsión internacionalista que la domina desde hace décadas?


   Clint Eastwood, el único con cerebro. Nuestro John Ford. El resto, los lloricas figurantes de América -la pose narcisista, ¡pobres diablos sentimentales!- prometieron refugiarse en Corea del Norte, en Cuba o en Venezuela. Quizás en Arabia Saudí o en las tierras del Isis, o del EI, o del Daesh, o como quiera el Diablo que se llame esa piara de jabalíes. Barbudos y Cucarachas. Es el destino que les espera. Pero no creo. Irán a Suiza, de vacaciones. Con la pasta.

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